Catedral de Castro, Chiloé.
Iglesia de Nercón, Chiloé.
Iglesia de Achao, Chiloé.
Iglesia de Tenaún, Chiloé.
Iglesia de Quinchao, Chiloé.
Catedral de Castro, Chiloé.
Faros en la bruma, iglesias de Chiloé, Chile.
Aunque es la mayor isla de Sudamérica después de Tierra del Fuego, tal vez por lo austral o lo engañosamente arrimada al continente, Chiloé no ha llamado mayormente la atención a los seres del resto del mundo. Sus habitantes, los Chilotes, acostumbrados a un clima lluvioso y tormentoso, pareciera que necesitaran de paz interior para soslayar la soledad isleña. Por ello, al recorrer sus praderas, lomajes y acantilados, comienzan a aparecer como faros entre la bruma numerosas iglesias y capillas, que la UNESCO ha decidido declarar patrimonio de la humanidad.
Me dirigí hacia la pequeña isla, en el sur de Chile, abordando para Américas este tema que desde ya varios meses iba y venía en forma recurrente por mi mente. Grande fue mi asombro al ver estas iglesias, que una a una iban emergiendo cargadas de la notable maestría que solo puede ser el producto de un trabajo hecho con amor, impulsado por la fe de los artistas que las erigieron.